sábado, 26 de febrero de 2011

RAZONES DE PESO



Me hice poeta para evitar decir
a la cara
las verdades del corazón.
Tenía 17 años y algunos granos
y creía firmemente que la poesía
me abriría las piernas de la vida.


Nadie me quiso durante años.


Me hice poeta para poder decir
a la cara
la verdades del corazón.
Tenía 24 y el pelo largo
y creía firmemente que la poesía
mantendría intacto el amor
contra el paso del tiempo.


De él, sólo me quedaron las cenizas.


Me hice poeta para poder enterrar
en la memoria
todos los arañazos del corazón.
Tenía 27 y me explotaban de becario
y creía firmemente que la poesía
jamás serviría para ajustar con la vida
cuentas pendientes.


Pero desperté vestido de indio

y con plumas revueltas.

1 comentario: