Se acabo el café.
Se acabó el papel.
Folios entero de palabras
con los que engañarnos
(para eso sirve la poesía),
antes de volver a casa más solo,
más vacío, más de noche,
más sin nada que decir pero diciendo.
Se acabó el fingir un día más,
quizá sea eso (terminar algo
antes de volver a casa) lo reconfortante.
Eso y nos los folios de palabras
con los que tratamos de entendernos.
Se acabó el papel.
Folios entero de palabras
con los que engañarnos
(para eso sirve la poesía),
antes de volver a casa más solo,
más vacío, más de noche,
más sin nada que decir pero diciendo.
Se acabó el fingir un día más,
quizá sea eso (terminar algo
antes de volver a casa) lo reconfortante.
Eso y nos los folios de palabras
con los que tratamos de entendernos.
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