lunes, 31 de mayo de 2010

ESTADO DEL FUEGO



I

¿Será quizás el amor un estado del fuego?

¿De ese fuego que lo incendiaba todo

cuando la juventud andaba mecida

como una hoja recién caía del árbol?

Era fácil contagiar la luz sin medida

cuando el alma aún era virgen,

como un tallo verde y fresco

nacido en la humedad del río.

Pero en la sequía o en la helada

el alma olvidó la inocencia

que le hizo formular sus deseos,

y aprendió con arte a esquivar el frío,

convirtiendo su corazón

en dura piedra de camino.

II

¿Será quizás el amor un estado del fuego?

¿De ese arder enteramente del alma,

cuando ingenua se extinguía la llama

ahogada por su propio deseo?

Erraba el camino el alma joven

creyendo que era el arder lo que importaba,

pero no existe cantidad ni proporción

adecuada en el arder.

Su fracaso no fue apagarse

pues toda brasa es hoguera en potencia.

No saber contagiar su luz con armonía fue su fracaso,

no quemando, sino siendo resplandor;

no cegando, sino revelando una verdad;

no consumiendo, sino encendiendo la esperanza..

III

¿Será quizás el amor un estado del fuego?

No existe luz que no cegue en el mirar

ni llama que no queme en su tacto.

Si el fuego abraza a los amantes

no nació de un chispazo inesperado

como la brasa en una caricia de viento…

Si el amor no consigue ser un estado del fuego,

es mejor dejar que se consuma en silencio,

a la espera que en la noche indefinida

un nuevo soplo de vida despierte al alma

de su letargo,

como a la brasa el viento

con su caricia redentora.

miércoles, 26 de mayo de 2010

Y TÚ ME LO PREGUNTAS


Dónde vivo yo
si dejo mi habitación en tus pupilas.
En qué lugar del suelo
termina el cielo de tus ojos
y comienza la suciedad del mundo.

La suerte es una muerte descuidada
silbando al viento
y el eco, tus besos de solsticio
arrancándome impurezas.

Dónde vivo yo
si dejo mi razón en tus pupilas.
En qué lugar del techo
termina el deseo de tus manos
y comienza la monotonía del mundo.

La alegría es un dolor inesperado
cantando tangos sin vergüenza
y su estribillo, el giro de tu cuerpo
sacudiéndome soledades.

Dónde vivo yo
si dejo el corazón en tus pupilas.
En qué lugar del tiempo
termina el contacto de tu alma
y comienza ajeno el mundo.

La felicidad es una tristeza contagiada
reclamando caricias
y su tacto, tu piel erizándose
ofreciendo coartadas.

martes, 25 de mayo de 2010

SE NOTA TU AUSENCIA


I


Se nota tu ausencia en las noches en vela
que nos han visto crecer,
uniformes como constantes estrellas,
dispersos como los buenos propósitos
en la resaca de un día de fiesta.
Se nota tu ausencia, no en las palabras,
todos sabemos que un hombre de barra
no las malgasta,
sino en el vacío de los bancos y los parques
donde nos hicimos hombres sin quererlo.


II


Se nota tu ausencia en las tardes de arena
guardadas en un solo reloj,
se nota en su café silencioso
cada vez más aguado por el hielo,
cada vez más veloz por las prisas,
cada vez más sólo sin sus sueños…


III

Se nota tu ausencia en el tiempo perdido,
en ese porcentaje de vida
que el mundo tira a la basura
y nosotros éramos capaces de reciclar
en un sofá, en una canción, en un recuerdo.


IV

Se nota tu ausencia por dentro,
en ese dentro que nadie ve
y guarda todo lo que merece la pena
salvar del naufragio: miles de pedazos
desordenados y dispersos me dicen
lo felices que hemos sido sin saberlo,
en ciertos días levantados en la memoria
como solemnes estatuas de dictadores muertos.
Se nota tu ausencia por dentro,
por cada dentro de tus otros nombres,
David, Basilio, Alberto;
por cada dentro de tus otras vidas,
charlatán, fingidor, poeta.
Por fuera, todo es más sencillo;
los ojos reflejan con su brillo
la soledad del vacío que te aleja.


V

Se nota tu ausencia en los espejos,
en los rincones donde derramamos
parte de lo que éramos y seremos
para siempre: libros abiertos
que nadie ha leído,
cadáveres exquisitos llenos de polvo
en una estantería perdida de la niñez.


VI

Un día, vivos o muertos ya, las mil
y una tardes escritas en el viento
nos convertirán en best-seller del olvido,
en códices valiosos para coleccionistas
que tendrán que pagar lo que valemos.
Mientras tanto, mientras sea tu ausencia
el punto de fuga del recuerdo, dejaré
el suelo que te llora más vacío,
para que, llorado del todo enteramente,
llegue con la escarcha el nuevo día,
borrando, como en noches pasadas,
nuestros ojos de arena
mojados por la vida.


lunes, 17 de mayo de 2010

INCIPIT TRAGOEDIA


Incipit hoy tragoedia,
hoy que recordé otro tiempo
en el que los días eran distintas lunas;
los sentimientos crecientes instantes
como masa de pan caliente;
y las palabras ondas repetidas
de la piedra lanzada al mar.

Comienza hoy el naufragio,
hoy que no es tiempo cifrado
sino pedazos aislados de memoria,
errante material de sueños
perdidos durante la madrugada,
de una noche que casi no recuerdo
si no fuera por su luna llena
de caramelo quemado.

Empieza hoy el descenso a la laguna
del caminante errado.
Preguntas asaltan ante el espejo,
respuestas reflejan mis ojos mojados
por la mota de polvo
de un camino dejado atrás.
Listo todo para el viaje,
(el barco amarrado a puerto,
vacío de deseo,
desangrado de esperanza
en el agua que le rodea),
parto hoy como lo hice ayer,
como hace un mes levando el ancla.
Y las amarras, celosas, se enroscan
a los olivos como serpientes hambrientas.

Y yo como una sirena varada,
me quedo mirando en el mar
la luna nueva que en el mar riela,
esperando el comienzo de la tragedia,
sin que nada empiece totalmente,
sin que nada termine de veras,
solo como una gota de lluvia
resbalando por el mástil de mi cuerpo,
solo como una lágrima sola
deslizándose por su mejilla de madera;
sin amarras y sin vida,
sin partida ni reencuentro,
flotando sobre el cristal sereno del mar
manchado de estrellas.

miércoles, 5 de mayo de 2010

Cuaderno de Bitácora 5


Entre los espacios interiores y exteriores, la quinta clase del taller discurrió sobre la importancia que tiene en la estructura del relato la configuración del espacio narrativo. Para ello, Álvaro vino cargado de teoría y sabiduría popular en su presentación power point.

Los asistentes, pocos, pero de lo mejorcito, tuvieron que ejercitarse en la creación de textos en los que entraran en juego los espacios externos, como por ejemplo un amanecer visto en seis colores; o internos, como ocurrió con el manicomio en el que, a ojos del enfermo y del sano, se nos describía su sala de visitas.

En la práctica de este texto, hay quien puso más loco al cuerdo o más cuerdo al enfermo, eso no era lo más importante. Lo clave era pintar con palabras las pareces del siquiátrico y en este punto, los alumnos se mostraron soberbios. Hubo enfermos que no reconocieron a su madre, o que simplemente veían el patio común demasiado sucio, algunos optaron por ser omniscientes narradores, mientras algunos optaron por cederles la palabra a sus personajes.