domingo, 24 de julio de 2011

SE FINÌ



Se acabo el café.
Se acabó el papel.
Folios entero de palabras
con los que engañarnos
(para eso sirve la poesía),
antes de volver a casa más solo,
más vacío, más de noche,
más sin nada que decir pero diciendo.

Se acabó el fingir un día más,
quizá sea eso (terminar algo
antes de volver a casa) lo reconfortante.
Eso y nos los folios de palabras
con los que tratamos de entendernos.

sábado, 23 de julio de 2011

COMALA



Había perdido cuando llegué la forma
que un día le otorgaron sus piedras,
pero las palabras y los murmullos,
hechos de memoria pero no de tiempo,
permanecían amontonados por sus calles
como cadáveres comunicando silencios.

Y porque fue la vida (o la revolución)
la que le robó el alma al pueblo,
fue su muerte el liberar
las palabras enterradas del recuerdo.

Y los sueños (que despiertos
o dormidos no tuvieron)
se nombraron sin palabras de memoria
en el polvo levantado por el viento.

domingo, 17 de julio de 2011

HUMO



El paso del tiempo parece hoy
una mariposa malherida que se rompe
mientras va volando,
un Laocoonte retorcido, no por serpientes,
sino por recuerdos.

El futuro se me antoja hoy
como un hombre de arena
alcanzado inesperadamente
por una ola en busca de agujero.

Sólo queda la fe y las oraciones cuando
lo gritas ante la montaña
y el destino no es más que el eco
lejano y sordo del ayer.

No busques la salida ahora
que se cierra la puerta.
ni justifiques la elección
con el placer extinguido.
Finge tu mejor sonrisa y alégrate
ante el reflejo de ese otro que te mira.

sábado, 16 de julio de 2011

MURCIA EN VERANO


La ciudad es un ir y venir de yonkis
que corren tras la sombra de la gente,
en busca de cobre o de soles
que les permitan delirar junto a la luna
una noche más.


Corren despavoridos entre el rumor
de los aires acondicionados y las sombras
de las cornisas, sin encontrar a nadie
al que pedir un cigarro o una tregua.

Son como muertos vivientes,
como un rumor de cadáveres
salidos de un libro de Rulfo,
sólo que no son cadáveres, ni sombras
ni un rumor salido de un libro de Rulfo.


jueves, 14 de julio de 2011

CÍRCULOS CONCÉNTRICOS

Todo lo que sucede en el tiempo, gira en torno a nosotros formando un infinito número de círculos concéntricos: círculos que se abren y se cierran, círculos que se pierden en el tiempo y que, por azar, buscan el punto del que partieron para completar su ciclo.

Durante la vida, muchos han visto el camino como una sucesión infinita de puntos unidos entre sí por el recuerdo. Yo prefiero verlo como una suerte de círculos concéntricos conectados entre sí: círculos sin un radio de tiempo definido, círculos que se besan en alguno de sus puntos y que, en su trayectoria, forman un solo círculo mayor abierto al nacer, cerrado al morir.

La diferencia es bien sencilla. Mientras los puntos se cruzan, los círculos se recorren. Se dibujan en el tiempo con la finalidad de ser acabados, porque incompletos se convierten en algo pendiente, en un recuerdo detenido en la memoria en busca de final.

Los círculos concéntricos que dejamos un día abiertos, se enredan en el recuerdo formando una madeja de sentimientos en busca de lenguaje, como una lluvia de verano interminable que buscara con ansia, el cauce en el que viajar sin retorno, al mar en calma donde nacieron las palabras del deseo.

martes, 12 de julio de 2011

PIENSO EN LA ESPERANZA ULTIMAMENTE





Pienso en la esperanza últimamente
sin otorgarle color o forma,
la esperanza deletreada en mi cabeza
por un niño adolescente
que la hace sonar más tiempo.

La esperanza convertida en fonemas
me lleva a infinitas sucesiones de palabras,
(mansedumbre, quietud, silencio)
cadenas de sentido que me atan a la vida.

La vida se fue apoderando de nosotros
como una soga colgada
en la viga de una celda,
a la espera de que el tiempo
la fuera ajustando a nuestro cuello
sin prisa.

Viértelo todo a escondidas,
crea de lo vertido velos de sombra
y atavíate luego con ellos.
Sal a la calle sin miedo ni esperanza
mirando todo desconfiado,
y créete mejor que cualquiera.

Corre, corre siempre,
huye de lo que no te persigue,
fluye en el café que tomas
y ahógate un poco más en cada calada.

No hay otra cosa mejor
(no tienes más derecho
que ser cada día un poco menos luz)
que ir muriendo poco a poco.

No digas nada que sea oído,
sólo el silencio sabe de cosas graves.
Sobrevívete un día más,
ya se acercan las sombras.
Aguárdalas desde tu posta
en este hoy de nuevo,
que sabes de sobra que soles
y lunas no son eternos
mas que en lo que duran.
Y es ahí donde debes aguardar,
en la finitud del dolor.

Nada tienes hoy porque nada
has almacenado mientras el sol
brillaba, cigarra estúpida.
Siéntate (¿qué otra cosa puedes hacer?).
Vuelve a fumarte otro pedazo de vida
(¿para qué la vida de hoy que no sirve?).
Quizá mañana quieras vomitarla
de nuevo y sólo salga por tu boca
la mucosa alquitranada de recuerdos
que quedaron alojados en cada filtro.

¿Esperanza dices? (decías al menos)
Sudor, digo.
Caída tras caída es lo que toca.
No levantar cabeza mas
que para recibir el golpe de los marcos
de las puertas que no quedaron cerradas.

lunes, 11 de julio de 2011

CAUSAS DE MUERTE



Fumar puede matar tanto
como no hacerlo.
Puede acortar la vida tanto
como no haber amado apurando
ese amor hasta la última calada.

Si todos muriéramos de cáncer de pulmón
pero viviéramos a corazón abierto
los pulmones resistirían un día más
para el cigarro de después de hacerlo.

domingo, 10 de julio de 2011

SEXO DE UNA NOCHE (DE VERANO)





Tú me dices
amor
y yo te pido
un taxi.





*Gracias, Luis García Montero

VERDADES COMO AFORISMOS (II)


I
Que últimamente sólo la soledad
sea la única que insiste
en llamarte a deshora,
es motivo más que suficiente para pensar
que quizás no estas tan solo.



II
Esa afición tuya de visitar cafeterías
sin necesitar a nadie con el que compartir
una palabra, un sorbo
o un simple cigarrillo,
suscita entre mas de uno
una incomprensión violenta,
casi de carcajada,
que no parece importarte lo más mínimo.


III
Lo malo de que la gente
apenas te importe,
es que tu a ellos,
le importas lo mismo.


IV
De todo se cansa uno.
Ahora amas lo que no tienes.
Ten en cuenta que mañana
odiarás lo que no tenías.


V
Esa locura tuya
propensa a bajones de tensión
y exceso de sorpresa,
acabará por demostrar
sólo lo que ya sabes de ti:
los atajos nunca son el camino más corto.


VI
Un cuerpo desnudo y de pronto,
nunca será tan erótico
como los labios húmedos
que jamás podrás besar.
Ahora comprendes por fin
por que Adán y Eva
en poco tiempo se cansaron
de ser amantes de paraíso;
sin ropas que quitar
a dentelladas desesperadas,
uno se cansa de ser voyeur.

LAS MUSAS


Que se vayan a la mierda las musas.
Estoy harto de esperar
con celosa puntualidad de amante
su llegada cada día.

Que se vayan a la mierda.
Hoy no iré a su encuentro.
Si vienen mañana, salúdalas
de mi parte.


viernes, 8 de julio de 2011

COOLTURA



Una persona a mi lado, perfilada barba y un estilo burgués muy marcado, habla de no sé qué problemas con no sé qué dinero y el humo de su cigarro me dice que miente. Podría ser el responsable de que alguno de estos versos aparecieran por fin en un libro, pero en vez de interesarse por mi poesía habla de no sé qué problemas con no sé que dinero.


Yo me afano por sacar libreta y pluma para que vea que soy prólijo, para atraer su atención de cazatalentos o simplemente para cederle gustoso mi cenicero y deje de llenar el suelo con sus colillas de tabaco negro. Pero es inútil.


Un joven escribiendo cualquier cosa en la cafetería de un centro comercial atrae la atención de todos los que no están interesados en lo que escribo. Me miran horrorizados y de sus miradas curiosas descifro esa sensacion de pena y comprensión que generan los pacientes de un psiquiátrico.


Sin mirarme se levanta, "cóbrame lo de la mesa", dice, y se va. Yo lo miro alejarse como a los trenes que parten de madrugada con algo nuestro en su esqueleto de metal y compruebo resignado que todo seguirá siendo igual mañana. El próximo año vuelvo a presentarme al Creajoven.

jueves, 7 de julio de 2011

CUMPLE-AÑOS



Vino la tormenta de verano
y desnudos nos caló el alma
hasta los huesos.

Después llegaron las nieves del tiempo
y a oscuras aprendimos a mirarnos
bajo una manta.

Cuando llegue la lluvia amarilla
muy juntos aprenderemos a mirar
el mundo desde la ventana.

GLOBOS DE HELIO



Cuando nada me ate a la vida
saldré volando.
No descansaré en tierra
como comúmnente se piensa
ni me convertiré en polvo de camino.
Ascenderé hacia el cielo, elevándome
por encima de la nubes grises y blancas
y no volverán a posarse mis pies
en tierra firme.

Suelo atarme los recuerdos a los dedos
y como globos de helio
tiran de mi cuerpo hacia arriba,
ayudándome a esquivar las aceras
levantadas, las viejas con el carro
de la compra o lo muertos vivientes
que me cruzo cada día.

Si un día no soy feliz, le pongo hilo
a un recuerdo y me lo cuelgo de un dedo,
me elevo por un momento por encima
del humo de las fábricas y del presente
y recupero la sonrisa.
Pero si por el contrario sí lo soy
agarro las tijeras firmemente,
elijo uno al azar para ser justo
y después de darle un beso lo dejo libre.

Pero por si sueño demasiado
o me emborracho de recuerdos
he atado nuestros cuerpos con una soga
(no como la de los ahorcados ni tampoco
como la de los perros), una maroma firme
pero que no deje marcas que te lleve
conmigo cuando salga volando.



martes, 5 de julio de 2011

CONTRA LO QUE SE CREE COMUNMENTE




Es inútil fingir un estado nuevo
para este alma tan equilibrada de hoy.
No hay poemas capaces de alejar
la tristeza
como no hay palabras capaces de disimular
la alegría.

Me gustaría releer esta mañana a Ángel González
y que el alcohol -que ambos hemos bebido
en cada barra de bar- impregnara de melancolía
mi aliento
para ver, con ojos vidriosos o cerrados,
lo que aún tenga que venir.

Quisiera olvidar por un momento que existo,
porque así tú lo imaginas,
para sentir de nuevo en el pecho
el vacío que había antes de que tus ojos verdes
-no de esperanza sino de mar detenido-
iluminaran las aceras por las que regresaba
más solo a casa cada madrugada.

Pero es inútil poner farolas a mi poesía
cuando todas las noches ahora son de fiesta
y el fuego de artificio de nuestras miradas
me impide tropezar, como a Ángel González,
al llegar con la aurora de la mano a mi portal.