miércoles, 14 de septiembre de 2011

COSECHA DEL 82


Una canción me devuelve intacto
nuestro pasado (quien no se asusta
al ver que la verdad es tan distinta
de lo que te dan, sangre por agua
a punto de salir).

Nada me importa si esta letra,
cargada de salitre y vasos
medio vacíos sobre una mesa,
no la escribieron para nosotros,
porque me devuelve con tanta nitidez
nuestro vida, que podría alcanzarla
como una fotografía sobre la mesita

de noche.

En otro momento, esta canción
hubiera llevado a mi mente por rostros
vistos furtivamente en ciudades
que no puedo recordar sin un mapa,
en ciudades prescindibles para hallar
sentido a la vida.

Pero en esta noche distinta
en la que nuestras melenas de Sansón
no suscitan comentarios en voz baja,
en esta noche en la que somos
felices como jamás lo hemos sido,
estos acordes le dan al corazón
un sabor añejo, casi de gran reserva,
que nos hace fugarnos del cuerpo
a hurtadillas, sin añozanza ni vertigo,
paladeando el recuerdo como un tinto
con cuerpo cosecha del 82.

No hay comentarios:

Publicar un comentario