Cada vez que recuerdo nuestros años de amor me gusta imaginar qué sería de nosotros en un poema escrito justo al revés, en un poema en donde aparecieran invertidos nuestros papeles como los colores en un negativo poético de Ángel Paniagua.
Sin embargo, el positivo de nuestro amor es ya de por sí el negativo de cualquier otro amor irremediable. Se podría decir que sólo existe por la irracionalidad de nuestros actos, porque nuestro amor es la inconsecuencia de una verdad gritada al viento. Nuestro historia tiene nombre de ciudad italiana leída al revés, es a la vez precipicio y senda reconocida por nuestros pasos, como un dolor pasajero que deja en el alma una sensación de plenitud eterna cuando pasa. El positivo del amor, Ángel, es a veces la mirada que hace posible que el mundo funcione a la manera de los que lo inventaron, pero ¿de qué me sirve un mundo calculado que sigue girando ajeno a mi?
A veces el aleteo de un insecto provoca inexplicablemente un torbellino de incomprensión y tristeza.
¡Obbligato!
ResponderEliminar¡Un abrazo!
Precioso!
ResponderEliminar