A veces pienso que los recitales de los lunes son sólo una excusa para mirarte en secreto desde el fondo de la barra como un enfermo de cabina de peep show. Hoy, por ejemplo, vienes vestida de primavera y el otoño se me antoja otra excusa que enciende mi imaginación por debajo de tu rebeca verde, por encima de tu camisa blanca de colegiala de instituto de pago. Quizá te haya visto así decenas de veces, pero desde el fondo de la barra me recuerdas a esa primera mujer que me vistió el pecho de caracoles marinos. Debería prestar atención a los versos que nos regala el poeta, pero desde este ángulo de la barra sólo puedo seguir mirándote en secreto como un enfermo de cabina de peep show.
"Que me vistió el pecho de caracoles marinos"...Muy bueno esto.
ResponderEliminarMe gustó leerte Alberto.
Con tu permiso te sigo.
Un saludo.