martes, 12 de julio de 2011

PIENSO EN LA ESPERANZA ULTIMAMENTE





Pienso en la esperanza últimamente
sin otorgarle color o forma,
la esperanza deletreada en mi cabeza
por un niño adolescente
que la hace sonar más tiempo.

La esperanza convertida en fonemas
me lleva a infinitas sucesiones de palabras,
(mansedumbre, quietud, silencio)
cadenas de sentido que me atan a la vida.

La vida se fue apoderando de nosotros
como una soga colgada
en la viga de una celda,
a la espera de que el tiempo
la fuera ajustando a nuestro cuello
sin prisa.

Viértelo todo a escondidas,
crea de lo vertido velos de sombra
y atavíate luego con ellos.
Sal a la calle sin miedo ni esperanza
mirando todo desconfiado,
y créete mejor que cualquiera.

Corre, corre siempre,
huye de lo que no te persigue,
fluye en el café que tomas
y ahógate un poco más en cada calada.

No hay otra cosa mejor
(no tienes más derecho
que ser cada día un poco menos luz)
que ir muriendo poco a poco.

No digas nada que sea oído,
sólo el silencio sabe de cosas graves.
Sobrevívete un día más,
ya se acercan las sombras.
Aguárdalas desde tu posta
en este hoy de nuevo,
que sabes de sobra que soles
y lunas no son eternos
mas que en lo que duran.
Y es ahí donde debes aguardar,
en la finitud del dolor.

Nada tienes hoy porque nada
has almacenado mientras el sol
brillaba, cigarra estúpida.
Siéntate (¿qué otra cosa puedes hacer?).
Vuelve a fumarte otro pedazo de vida
(¿para qué la vida de hoy que no sirve?).
Quizá mañana quieras vomitarla
de nuevo y sólo salga por tu boca
la mucosa alquitranada de recuerdos
que quedaron alojados en cada filtro.

¿Esperanza dices? (decías al menos)
Sudor, digo.
Caída tras caída es lo que toca.
No levantar cabeza mas
que para recibir el golpe de los marcos
de las puertas que no quedaron cerradas.

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